La prueba más frecuente para valorar fertilidad masculina, consisten en un test sobre una muestra de esperma. T
ambién existen otras posibilidades, como el test hormonal.
En cualquier caso, el especialista deberá valorar la situación desde el comienzo, formulando una serie de preguntas al paciente.
En cuanto a las pruebas, consisten en una exploración fisiológica, con el fin de determinar el estado de salud general, así como el de sus órganos sexuales. También será necesario un seminograma, mediante el que se valorará la calidad del esperma del paciente. En el caso de esta prueba no sea factible, podrá realizarse, como hemos indicado, un estudio sobre posibles alteraciones en las hormonas sexuales del varón. Como hemos indicado, las pruebas se darán por fases.
En cuanto a la exploración física, hay que descartar afecciones testiculares o disfunciones en la eyaculación. Se realizará, pues, registro de la talla y del peso del paciente. Asimismo será necesaria una exploración de las ingles, el abdomen, la próstata y el pene. Habrá que realizar un estudio exhaustivo sobre el estado de los testículos. Asimismo, una ecografía testicular puede ser de gran ayuda para descartar o identificar posibles afecciones. Por otra parte, mediante el seminograma se estudiará la calidad del esperma.
Las características de este determinarán el éxito en la concepción. Habrá que realizar un estudio que incluya el análisis de la movilidad de los espermatozoides. Por otro lado, también es importante tener en cuenta la concentración espermática, es decir, la cantidad de espermatozoides que se hallan en un mililitro de esperma. Por otra parte, será también de gran importancia realizar un estudio sobre la morfología de los espermatozoides.
