Conocida también como FIV, se trata de una de las técnicas de reproducción asistida más extendidas. El procedimiento comienza con una estimulación ovárica cuyo objetivo es madurar los óvulos para poder ser posteriormente obtenidos mediante una punción ovárica.
Tras ser extraídos son preparados en el laboratorio para fecundarlos con el esperma. Cuando se produce la fecundación de los óvulos por los espermatozoides se crean embriones, los cuales evolucionan bajo el cuidado del personal de laboratorio durante unos días.
Cuando los embriones hayan alcanzado el desarrollo preciso, estan preparados para ser transferidos de la futura madre. La transferencia embrionaria es realizada por el ginecólogo quien depositará uno, dos o tres embriones dentro del útero de la paciente para conseguir que se implanten y así puedan seguir desarrollándose de forma natural.
Los embriones evolutivos y viables que no hayan sido transferidos son vitrificados y custodiados en el laboratorio hasta que la paciente decida sobre ellos.